Realidades y mitos sobre la alimentación
Te proponemos un juego: a continuación te exponemos los 10 mitos más extendidos sobre la alimentación. Sé sincero y anota cuántos de ellos creías que eran ciertos, ¿has conseguido un aprobado?
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La fruta engorda menos si se toma antes de las comidas.
Esta afirmación es totalmente incorrecta, las calorías totales seguirán siendo las mismas independientemente del orden en el que consumas los alimentos. La confusión viene por el hecho de que los alimentos ricos en fibra, como son las frutas, generan sensación de saciedad, de manera que puedes comerlos en primer lugar como estrategia para tomar menos cantidad del resto de alimentos.
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No se deben comer más de dos huevos a la semana.
Ha habido muchas idas y venidas con este tema pero numerosos estudios han demostrado que no solo no es malo, sino que además es beneficioso. Y, ¡atención! incluso se recomienda elevar el consumo a uno o hasta tres huevos al día. Así que no, la yema del huevo no eleva nuestro colesterol, pero sí que nos aporta carotenoides (que cuidan nuestra vista), hierro, vitaminas A y B y son una una enorme fuente de proteínas, baja en calorías, barata y versátil para incluir en nuestras comidas.
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Beber agua durante las comidas engorda.
Rotundamente falso. Es muy importante hidratarse y da igual cuándo, escucha a tu cuerpo y si tiene sed dale agua, así de simple. El agua no tiene calorías y por tanto nunca engorda. La sensación de hinchazón que tienes después de beber es momentánea e, incluso si tiendes a retener líquidos, dejar de beber no te va a ayudar. De hecho, más bien al contrario, el agua ayuda a expandirse a las fibras y aumentar la sensación de saciedad, con lo que beber mucha agua a la vez que tomas alimentos ricos en fibra puede ayudarte a adelgazar.
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Es bueno tomar cerveza después de hacer deporte.
Que sí, que la cerveza tiene minerales que pueden ayudar a recuperar las que has perdido tras el ejercicio, pero de ahí a decir que es buena para tu salud… podría serlo en un mundo en el que no existan otras alternativas como el agua y los plátanos, por ejemplo. Además el alcohol deshidrata, lo que es un efecto muy poco recomendable cuando acabas de darlo todo en gym. Así que no, no te engañes.
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El zumo de limón en ayunas adelgaza.
Un vaso de agua tibia con un chorro de limón a primera hora de la mañana tiene enormes beneficios para nuestra salud pero siento decirte que la pérdida de peso no es uno de ellos. Como mucho, al atacar al estómago vacío con un compuesto tan ácido conseguiremos una leve irritación que nos quite las ganas de desayunar justo después… pero no hay ninguna evidencia científica de que esto nos ayude a bajar de peso. De hecho, aunque el limón contiene pectina, una fibra que sirve para saciarnos, este componente se encuentra en la pulpa de la fruta, así que al tomarlo exprimido no podremos aprovecharlo.
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Los aguacates y los frutos secos engordan.
Tanto los aguacates como los frutos secos son alimentos con una alta carga calórica y ricos en grasas. Partiendo de estas premisas podríamos considerarlos como enemigos de una dieta de adelgazamiento pero... ¡no todo en una alimentación equilibrada consiste en contar calorías y no todas las grasas son iguales! Consumir habitualmente alimentos muy nutritivos lleva a comer menos porque estos sacian más, además de tener muchos otros beneficios para tu salud. Y es que el valor nutritivo de los aguacates y los frutos secos es altísimo, son potentes antioxidantes y contienen muchas proteínas e ingentes cantidades de minerales, fibra y vitamina E. Ambos son ricos en grasas, sí, pero se trata de grasas monoinsaturadas, que son las grasas buenas. Eso sí, consume los frutos secos siempre naturales o tostados, ¡nunca fritos!
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Ayunar sirve para adelgazar más rápidamente.
Ya te lo contamos en el post sobre el ayuno intermitente, los últimos estudios demuestran que no hay una diferencia significativa entre una dieta basada en la reducción de calorías y otra que incluya el ayuno. Si te sirve como estrategia para comer menos, úsala siempre acompañada de una dieta equilibrada y supervisada por su dietista.
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Los vegetarianos tienen muchos problemas de salud.
Incorrecto. Frente a los problemas medioambientales tan acuciantes de nuestro planeta cada vez más personas se están planteando pasarse a una alimentación basada en plantas. Pero, a pesar de esta conciencia ecológica, a muchos les detiene la creencia de que los productos animales son esenciales para tener una dieta sana y equilibrada. Lo cierto es que todos los nutrientes presentes en la carne o el pescado pueden obtenerse de las verduras, los frutos secos, las legumbres o los lácteos, con lo que realmente lo único que necesitaremos es una mayor planificación en nuestra dieta para asegurarnos de que no nos dejamos ningún nutriente por el camino. En el caso de los veganos (que tampoco consumen huevos, lácteos ni ningún derivado de origen animal) sería conveniente suplementar la dieta con vitamina B12 y aumentar el consumo de vegetales ricos en hierro y calcio.
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Cuanto más sudemos en el gimnasio, más adelgazaremos.
También tuvimos ocasión de desmentir esta creencia generalizada en el post que dedicamos a los beneficios de la sauna. La sudoración tiene un efecto diurético que puede ser muy útil para eliminar toxinas pero el volumen que perdamos con la transpiración lo recuperaremos en un par de horas cuando nos hidratemos. Por eso, si cuando vas al gimnasio tienes tendencia a elegir la clase de spinning porque es en la que sudas más, plantéate si realmente es por el esfuerzo o por la temperatura de la habitación
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Una copa de vino al día es buena para nuestro corazón.
Ay, ¡cuántos corazones va a romper esta revelación! Pero no, lamentamos decirte que una copita de vino cada noche quizás te haga feliz a ti pero no a tu corazón (fisiológicamente hablando). El vino contiene antioxidantes y eso es bueno para nuestras arterias, no lo negamos, pero también contienen antioxidantes los tomates, por ejemplo, y con ellos te evitas los efectos tóxicos del alcohol. Así, que ya sabes, tómate esa copita si quieres pero no pongas tu salud como excusa.