Vitaminas y minerales: ¿Cuáles son las diferencias?
Tanto las vitaminas como las sales minerales son nutrientes esenciales que, aunque no contienen calorías, necesitamos conseguir a través de una alimentación equilibrada o con suplementos alimenticios para mantener nuestra salud.
Existen 13 vitaminas, todas necesarias de forma diaria para el correcto funcionamiento del organismo. Pueden ser de dos tipos: las vitaminas solubles en grasas, o liposolubles (A, D, E, y K), y las vitaminas solubles en agua, o hidrosolubles (C, B1, B2, B3, B6, B12, ácido pantoténico, biotina y ácido fólico).
Existen 19 tipos de minerales, pero solo 16 se consideran esenciales para nuestra salud. Hay de dos tipos: los macrominerales, de los que necesitamos más cantidad, y los oligoelementos, de los que necesitamos menos. Son macrominerales el calcio, el fósforo, el magnesio, el sodio,el potasio, el cloro y el azufre. Son oligoelementos el hierro, el manganeso, el cobre, el yodo, el cinc, el cobalto, el flúor y el selenio.
Principales diferencias entre las vitaminas y los minerales
Las vitaminas son compuestos orgánicos, es decir, que contienen carbono, mientras que los minerales son compuestos inorgánicos y no contienen carbono.
Las vitaminas se obtienen a partir de las plantas (frutas y verduras) y animales. En cambio, las sales minerales se encuentran en los suelos, de donde son absorbidas por el agua y las plantas.
Las vitaminas son sensibles al calor, con lo que pueden destruirse con facilidad al cocinarlas o si se almacenan en condiciones que no son adecuadas. Los minerales son más estables y no pierden su valor nutricional con el calor.
La función de las vitaminas es la de ser la principal fuente de energía para el ser humano, estimular el funcionamiento del sistema inmunitario, desarrollar las células y los órganos, ayudar a la coagulación y contribuir a la salud de la piel, la vista y el cabello. La función de los minerales es la de realizar ciertos procesos químicos básicos para nuestra supervivencia, como el metabolismo, y crear estructuras como la piel o los huesos.
Alimentos más ricos en vitaminas y minerales
Leche y sus derivados
Los productos lácteos (yogur, queso, mantequilla…): son ricos en vitamina A y vitamina D, y en minerales como el calcio, el potasio y el fósforo.
Verduras de hoja verde
Como las espinacas, las lechugas, las acelgas o los berros: contienen gran cantidad de vitamina B2, vitamina C, hierro y magnesio.
Legumbres
Como las lentejas, la soja, los garbanzos o las judías blancas: son una fuente de proteínas muy bajas en grasas, con hidratos de carbono complejos y gran cantidad de fibra. Son las mejores para conseguir minerales (calcio, potasio, hierro, magnesio y selenio). En cuanto a vitaminas, su principal aporte es de vitaminas de tipo B.
Quinoa
Este pseudocereal que contiene un alto aporte de potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y zinc. Entre las vitaminas que aporta están las vitaminas B y E, que tienen función antioxidante.
Verduras crucíferas
Como el brócoli, la col y el kale: aportan principalmente vitamina A, vitamina C, vitaminas B1, B2 y B6. Además, son una fuente de calcio, potasio, fósforo, hierro, yodo, cinc, cobre y manganeso.
Huevos
También son una importante fuente de vitamina A y vitamina B2. La yema es especialmente importante para obtener ácido fólico o vitamina B9, hierro y vitamina D.
Frutas
Como los cítricos o el plátano: son ricas en vitamina C, vitamina B6, potasio, calcio y magnesio, entre otros nutrientes.
Frutos secos
Como las nueces, las almendras o los anacardos: una de las mejores fuentes de vitamina E y, también una potente fuente de antioxidantes y minerales como el zinc, el magnesio y el fósforo.
Aceite de oliva virgen extra
Es uno de los alimentos con mayores propiedades preventivas y curativas debido al alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y vitaminas A, D, K y E .
Semillas de chía
Son ricas en proteínas, antioxidantes, fibra y ácidos grasos Omega 3, así como importantes minerales como el fósforo, el calcio, magnesio.