¿Qué es el agar-agar y para qué sirve? | Naturhouse
El agar-agar es una gelatina de origen vegetal derivada de algas muy populares en Asia durante siglos. ¡Descubre qué es el agar-agar y para qué sirve!
El agar-agar, o gelatina vegetal, es un polisacárido que se obtiene de la pared celular de algunas algas, sobre todo de las del género Gelidium, Gracilaria o Eucheuma. Es una sustancia sin color ni sabor, capaz de absorber entre 200 y 300 veces su peso en agua. Su principal característica es que al disolverlo en agua caliente y después enfriarlo, se vuelve gelatinoso, por lo que puede usarse en postres y otros platos como sustituto de la gelatina de origen animal para personas que siguen una dieta vegetariana o vegana.
Se lleva usando desde la antigüedad en muchos países de Extremo Oriente y en Europa entró a mediados del siglo XIX. Su nombre proviene del malayo y significa “jalea”.
Uso del agar-agar
Además de su uso culinario como alternativa a la gelatina de origen animal (la “gelatina” que encontramos habitualmente en el supermercado proviene de huesos y tendones de cerdos y vacas), el agar-agar tiene muchos otros usos.
Su principal uso está en ámbito científico, ya que se utiliza como soporte de cultivo en microbiología para el crecimiento de bacterias, hongos y virus bacteriófagos. Las placas fabricadas con agar-agar tienen la ventaja de que casi ningún microorganismo es capaz de degradarlas, así son ideales para este menester.
En la industria alimentaria, al igual que podemos hacer en casa, se usa como espesante de sopas, helados y otros postres. Se trata del aditivo alimentario E-406, cuya denominación podemos encontrar entre los ingredientes de mermeladas, flanes o salsas preparadas. También se utiliza durante el proceso de fabricación de la cerveza para aclararla.
En el ámbito farmacéutico, el agar-agar está presente en la composición de algunos laxantes y en productos cosméticos.
Beneficios del agar-agar
Este gel de alga es un hidrato de carbono que contiene principalmente fibra soluble. Entre sus nutrientes más destacados están el hierro, el yodo y el magnesio, pero también contiene ácido fólico, calcio y potasio.
El agar-agar tiene la particularidad de que genera sensación de saciedad y sin embargo apenas tiene calorías. Esto, unido a su ligero efecto laxante, lo convierte en un alimento recomendable para las personas que siguen una dieta de adelgazamiento.
Cómo tomar el agar-agar
El poder gelificante del agar-agar es entre 6 y 10 veces superior al de la gelatina de origen animal, así que tenemos que tener cuidado con las cantidades a la hora de usarlo en nuestras recetas. Por regla general, deberíamos usar 1,6 gramos por litro si lo que queremos es simplemente espesar (una crema, por ejemplo), 3 gramos por litro si queremos conseguir una textura blanda (un flan) o 10 gramos por litro si se quiere una textura dura (para un pastel salado, de verduras o marisco, por ejemplo).
Lo podemos encontrar en la sección vegetariana del supermercado o en tiendas especializadas en formato polvo o en copos (lo que más fibra aportan), aunque también se encuentra en filamentos o barras.
Su forma de uso es muy sencilla: solo hay que mezclar el agar-agar con el líquido que queramos incorporar a nuestra receta (agua, caldo, leche, zumo,...), calentarlo hasta que llegue a ebullición e ir removiendo durante dos minutos mientras se cuece. Esta mezcla caliente se añade a la receta que preparemos, se deja enfriar… et voilà!, la textura de nuestro plato habrá cambiado por completo y, además, le habremos añadido unos cuantos nutrientes más.
Podemos usar el agar-agar para elaborar postres saludables, como gominolas de frutas naturales o mousse de queso con fruta. También podemos elaborar queso vegano a partir del agar-agar o incorporarlo en recetas saladas, como en un pastel frío de calabaza.
¿Qué otras recetas se te ocurren para probar el agar-agar?