¿Por qué el desayuno es la comida más importante del día?
El desayuno es la primera comida que se realiza en el día después del ayuno provocado por las horas que se pasa durmiendo. Se considera que el desayuno de la dieta mediterránea es uno de los más sanos y debería estar formado por hidratos de carbono como el pan integral, una ración de lácteos y fruta.
Respecto a si es la principal comida del día, hay opiniones a favor y en contra. Las opiniones contrarias a esta idea consideran que todas las comidas son igual de importantes y que lo que hay que valorar son los nutrientes y calorías que suman todos los alimentos que ingerimos durante el día. Por el contrario, los que afirman que es la comida más importante se basan en la teoría de que el cuerpo sigue consumiendo energía cuando estamos dormidos y, por lo tanto, al despertar necesitamos suplir este consumo con un desayuno sano y nutritivo para que nuestro organismo se reponga y funcione correctamente.
Los riesgos de no desayunar
Se ha hablado mucho de los beneficios del ayuno intermitente para bajar de peso y de sus posibles beneficios para la salud, como el control de la diabetes o la prevención de enfermedades relacionadas con el envejecimiento celular como el cáncer, ya que reduce los periodos en los que el cuerpo entra en oxidación.
Sin embargo, también es cierto que es difícil que este tipo de prácticas exige mucha planificación y puede hacerse bastante difícil seguirla de forma adecuada. Practicar el ayuno sin una correcta planificación y seguimiento dietético puede producir efectos indeseados sobre nuestra salud:
- Aumento de peso
Después de hacer un ayuno prolongado, podemos caer en el error de comer más de lo necesario y es más fácil que esas calorías se acumulen en forma de grasa, aumentando el riesgo de sobrepeso y obesidad.
-Problemas gastrointestinales
El desayuno activa los movimientos del intestino grueso, ya que ingerimos líquidos y fibra. Si no desayunamos, pararemos el tránsito intestinal durante mucho tiempo, provocando riesgo de padecer gastritis, estreñimiento y otros problemas gastrointestinales.
-Dificultades de concentración
Cuando se tiene hambre se presentan mayores problemas emocionales y de comportamiento ya que se tiene mayor sensación de cansancio a lo largo del día. Un desayuno rico en cereales integrales, fruta o huevos mejora el rendimiento de nuestro cerebro y facilita la concentración.
¿Cómo debe ser un desayuno saludable?
Según los expertos la primera comida del día debe tener al menos un alimento perteneciente al grupo de los cereales, otro del grupo de los lácteos y otro de las frutas.
Los cereales siempre deben ser integrales, ya que su alto contenido en fibra nos saciará más y nos ayudará a digerir el resto de los alimentos. Prueba el pan de centeno, trigo sarraceno, avena o cebada y decántate por los elaborados con levadura madre en lugar de los industriales.
Las frutas tienen un alto valor nutricional, existen muchísimos tipos y se recomienda que las tomemos de temporada, que son las que tendrán un perfil nutricional más alto.
A los alimentos básicos del desayuno se le pueden agregar otros elementos dependiendo de nuestra mayor o menor actividad física. Así podemos añadir frutos secos, pescados, huevos, hortalizas o verduras. El yogur también forma parte del desayuno saludable y a este alimento se le puede añadir frutos secos, frutas deshidratadas o semillas. Los huevos los podemos preparar en tortilla a la francesa, a la plancha o incluso en tostada con aguacate y huevo escalfado.
Es importante que nuestro desayuno sea variado y equilibrado nutricionalmente, cubriendo el 25% de todas las calorías que tomamos al día. También se recomienda que tomemos el desayuno sentados, tranquilos y dedicándole al menos 15 minutos para poder ingerir los alimentos adecuadamente.
Ahora que sabes lo beneficiosa que es esa primera comida del día, ¿seguirás saltándote el desayuno?