¿Qué es la nutrición preventiva?
Debido al aumento del estrés y a la falta de tiempo, muchos de nosotros descuidamos nuestra nutrición que es una de las principales herramientas que tenemos para combatir muchas de las patologías emergentes en la sociedad moderna.
Los alimentos procesados, el no tener tiempo de preparar menús sanos y equilibrados pueden llevarnos a sufrir enfermedades por déficit de micronutrientes (vitaminas y minerales) o un mal equilibrio de macronutrientes (carbohidratos, lípidos y proteínas) en nuestra dieta.
Hay que aprender a comer y educar de nuevo nuestros hábitos alimentarios para prevenir y protegernos de enfermedades que están emergiendo con más intensidad en las últimas décadas, (obesidad, diabetes tipo II, aterosclerosis, hipercolesterolemia, enfermedades cardiovasculares, cirrosis, osteoporosis o hipertensión entre otras) y que están estrechamente relacionadas con una mala alimentación y que además , son las primeras causas de mortalidad en la población del mundo occidental.
La nutrición preventiva es llevada a cabo por una serie de expertos en nutrición y dietética y del sector sanitario que pueden ayudar al individuo a adquirir y establecer unos buenos hábitos alimentarios según las necesidades correspondientes a cada etapa de la vida.
Por ejemplo las necesidades de un niño, no son las mismas que las de un adulto o una mujer en época de premenopausia. Ahí es donde entramos los profesionales de la nutrición, para ayudar a personas a comer bien, vivir más y mejor.
Las evidencias científicas han demostrado que las grasas saturadas, el azúcar, la sal y el alcohol deben moderarse.
Ejemplos:
-Aportes adecuados de Calcio y vitamina D para la prevención de la osteoporosis.
-El alcohol como principal desencadenante de cirrosis o hígado graso en ciertos individuos.
-Un aporte excesivo de azúcar prolongado como causante de la Diabetes tipo II.
-Ingesta elevada de grasas saturadas y colesterol pueden desencadenar en aterosclerosis y enfermedad coronaria.
Y una larga lista de etcéteras que podrían prevenirse adquiriendo unos buenos hábitos de vida y alimentarios.
Cabe destacar y tener muy presente los suplementos alimentarios como ayuda fundamental cuando no se tiene tiempo de llevar una alimentación sana y equilibrada.
He aquí algunos ejemplos:
- La recomendación sobre las tomas de ácido linoleico conjugado para combatir la obesidad, estaría indicado tomar 3,2 g de CLA a lo largo del día. En términos generales, obtener esas dosis de CLA a través de la alimentación resultaría muy complejo debido a que las cantidades presentes en los alimentos son muy limitadas.
-La recomendación para un hombre adulto de Omega 3 es de 1,6 g al día frente a un 1,1 g para mujeres pero si queremos disminuir nuestros niveles de triglicéridos y colesterol, la dosis podría aumentar considerablemente según prescripción, con lo que podría ser necesaria una suplementación alimentaria para alcanzar estas dosis.
Algunas investigaciones demuestran que las personas que consumen más omega-3 de alimentos como el pescado podrían correr un menor riesgo de presentar la enfermedad de Alzheimer, demencia y otros problemas cognitivos.
También nos protege de enfermedades cardiovasculares, degeneración macular, niveles excesivos de triglicéridos, entre otras.
La nutrición es paliativa y preventiva, no es milagrosa, utilicémosla como herramienta para mejorar nuestra calidad de vida y nuestra salud adquiriendo unos buenos hábitos perdurables en el tiempo.