Hábitos saludables para mejorar la calidad del sueño
¿Sabías que la OMS recomienda descansar al menos 6 horas diarias?
La alimentación y la cantidad de actividad física que realizamos cada día día son factores que determinan el sueño. La falta de descanso puede producirnos problemas gástricos, incremento del apetito y desequilibrio en el rendimiento.
Por tanto, tener una alimentación sana y equilibrada y realizar 30 minutos de actividad física diaria serán un factor determinante para mejorar nustra calidad del sueño y reducir la ansiedad y el estrés. A su vez, tener unos horarios de sueño continuo (no variable) puede tener un impacto positivo a la hora de mantener nuestro peso y prevenir enfermedades asociadas al exceso de grasa corporal, como enfermedades cardiovasculares, aterosclerosis, infarto de miocardio o apnea del sueño.
¿Qué hábitos debemos adquirir?
Para disfrutar de un buen descanso durante la noche y de un sueño reparador, debemos adquirir ciertos hábitos y prestar atención a varias rutinas. El ejercicio físico regular nos ayuda a estar cansados y conciliar mejor el sueño ya que segregamos endorfinas y serotonina, los hábitos alimenticios son también muy importantes:
-Restringir el consumo de cafeína,alcohol y excitantes.
-Restringir el consumo de alimentos pesados y de difícil digestión ricos en grasas y carbohidrato , debemos optar por cenas ligeras con alimentos ricos en triptófano como la piña, leche, huevos, frutos secos que nos ayudan a dormir mejor.
-El omega 3 presente en pescados azules (en el mundo vegano podemos encontrarlo en semillas de chía, lino y cáñamo o pipas de calabaza y frutos secos como las nueces). Se recomienda el consumo de este ácido graso para ayudar a mejorar el estado de ánimo, reducir los niveles de ansiedad y estrés y ayudar a combatir el insomnio.
-El consumo de melatonina 30 minutos antes de acostarse ayudará a inducir el sueño ya que regula los ritmos circadianos (del día y la noche)
-Un punto importante es crear una atmósfera relajada, no usar aparatos tecnológicos, y evitar luces y ruidos que nos despierten.
Todo ello nos ayuda a descansar mucho más durante la noche, lo que se traduce a que por el día rendiremos más, y podremos conseguir mejores bajadas de peso ya que mientras dormimos segregamos leptina, que es una hormona que nos ayuda a controlar el apetito y acelera el metabolismo energético.
