¿Cuáles son los beneficios y propiedades del té negro?
El té negro, al igual que el resto de variedades de té, procede de las hojas de la Camellia Sinensis, una planta que tiene su origen en el sur de China y el sudeste asiático. Estas hojas se dejan secar al aire y, dependiendo del tiempo que se dejen y el grado de oxidación que se obtenga, darán lugar al té verde (sin oxidación), el té blanco (poco oxidado), el oolong (oxidación media) o el té negro (el que tiene el mayor grado de oxidación).
La oxidación prolongada le confiere al té negro un aroma y sabor mucho más potente y además, cambia su composición nutricional. El té negro contiene más cafeína que el resto de variedades pero también menos polifenoles (catequinas, antocianinas y ácidos fenólicos), que son antioxidantes muy beneficiosos para la salud. Aún así, sigue siendo una buena fuente de estos nutrientes capaces de retrasar el envejecimiento celular, además, de oligoelementos, sodio y vitaminas. Todo ello con poquísimas calorías.
Principales beneficios del té negro
1. Mejora la concentración y la memoria
El té negro contiene una cantidad de cafeína equilibrada, menor que en el café pero mayor que en el resto de tés, lo que lo convierte en una bebida ideal para activar la respuesta de alerta en el cerebro, mejorar el rendimiento físico y la capacidad cognitiva sin llegar a provocar un choque de cafeína.
2. Cuida de tus arterias
Las personas que toman té negro a diario tienen menos riesgo de sufrir infarto de miocardio o accidente cerebrovascular gracias al efecto de los flavonoles, teaflavinas y ácido gálico, combaten el endurecimiento de las arterias o ateroesclerosis.
3. Reduce el riesgo de padecer Parkinson
Hay investigaciones que relacionan el consumo de sustancias con cafeína como el té negro con una menor de incidencia de Parkinson, especialmente en hombres. También contribuye a ello su alto contenido en antioxidantes, que retrasan el envejecimiento celular, que es justamente el proceso que genera la enfermedad de Parkinson.
4. Refuerza los huesos
Numerosos estudios confirman que el consumo continuado de té negro, especialmente entre mujeres mayores de 65 años, previene la aparición de osteoporosis y resulta en una menor incidencia de fractura de cadera. Esto se debería al efecto de los flavonoides y los fitoquímicos, que trabajan aumentando la densidad ósea.
5. Ayuda en la pérdida de peso
El té negro es un prebiótico, es decir, contribuye a la generación de microbiota intestinal. Las bacterias de la microbiota intestinal son las responsables de descomponer los alimentos en energía y nutrientes y, por tanto, su estimulación contribuye a una mejor digestión y a un metabolismo más rápido. Además, el té ayuda a algunas personas a consumir más agua y con ello, a hidratarse y eliminar líquidos.
Cómo tomar té negro
El té negro puede tomarse ya preparado en bolsitas o a granel. Ten en cuenta que cuanto mayor sea la hebra o más completa está la hoja seca, mayor calidad tiene el té. Por eso, las hojas de peor calidad se dejan para las bolsitas.
Puedes tomar hasta tres tazas de té al día de forma segura, incluso estando embarazada, pero no se recomienda pasar de las cinco tazas al día, ya que supone un consumo de 10 mg de cafeína que puede producir efectos secundarios poco deseables, como dolor de cabeza, nerviosismo y náuseas.
La cantidad adecuada para su preparación es de una cucharadita por cada taza. Se añade a esta agua caliente, justo antes del punto de ebullición, y deja reposar entre tres y cuatro minutos. Si se va a mezclar el té con leche o limón habrá que dejarlo infusionar un minuto más. Eso sí, hay que tener en cuenta que la adición de leche puede contrarrestar algunos de sus beneficios, como los referidos al sistema cardiovascular.
Por otra parte, existen muchas variadades de té negro, según su origen, que resultan en diferentes aromas, así como mezclas con nombre propio, como el English Breakfast, que contiene tres variedades de té negro diferente, o el Earl Grey, que lo mezcla con bergamota.
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