Los mejores beneficios de los champiñones
Gracias a selenio y vitamina D, los champiñones fortalecen el sistema inmunitario. Descubre los mejores beneficios de los champiñones.
El champiñón común o champiñón de París es el tipo de hongo más consumido en el mundo. Aunque solemos confundirlos con las verduras, en realidad los hongos pertenecen a otro reino natural, el reino fungi, que se distingue de las plantas porque son heterótrofos (es decir, que se alimentan de materia orgánica).
Este tipo de hongo crece con bastante facilidad en los bosques, en zonas húmedas, frescas y oscuras, y como cultivo suele criarse como compost usando granos de trigo estériles. La variedad que más se cultiva y que todos conocemos, la Agaris bisporus var hortensis, es de color blanco y sombrero redondo. Surgió por accidente en Pensilvania de una mutación y gracias a su mejor adaptación a la conserva ha desplazado a la producción de la variedad original, la Agaris bisporus var brunnescens, que conocemos como Portobello.
Los champiñones tienen muy pocas calorías (unas 20 kilocalorías por cada 100 gramos), ya que están compuestos principalmente por aguda (un 90% de su peso). Sin embargo, contienen muchos nutrientes interesantes, como fibra, vitaminas del grupo B (B2, B3, B1 y ácido fólico), vitamina C, vitamina D, potasio y niacina. Este perfil nutricional les convierte en un alimento muy completo y especialmente indicado en las dietas de adelgazamiento.
Las propiedades de los champiñones
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Refuerza el sistema inmunitario
Los betaglucanos presentes en la fibra de los champiñones potencian el sistema inmunitario. Además, estos hongos aumentan la producción de interferón en nuestro organismo, una sustancia natural que combate virus, bacterias, parásitos y células tumorales.
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Reduce la incidencia de cáncer
Los champiñones tienen 20 miligramos de selenio por cada 100 gramos de peso, lo que es una cantidad importante. El selenio es un importante antioxidante que previene el envejecimiento celular protegiendo frente a la acción de los radicales libres.
Por otra parte, encontramos en ellos un componente que bloquea una enzima necesaria para la producción de estrógenos, la aromatasa, pero que puede tener efectos cancerígenos en mujeres postmenopáusicas.
Por último, los champiñones contienen vitamina E, que actúa eliminando sustancias tóxicas y metales pesados acumulados en el organismo, como el cadmio y el plomo. Esta función de descontaminación, preventiva frente al cáncer, también la cumple el selenio.
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Mejora la salud cardiovascular
Estos hongos son muy ricos en potasio, un mineral que ayuda a reducir los niveles de sodio en sangre y, por tanto, mantener a raya la hipertensión.
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Ayuda a adelgazar
No solo tienen un contenido calórico muy bajo, sino que además su fibra nos ayuda a saciarnos. Además, el potasio que contienen estimula la producción de orina y, con ello, nos ayudan a eliminar líquidos.
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Mejora la fertilidad
La clave de este beneficio también es el selenio, que aumenta los niveles de testosterona de los espermatozoides y protege a los óvulos de los radicales libres.
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Ayudan al crecimiento de pelo y uñas
Las riboflavinas (vitamina B2) de los champiñones dan fuerza al pelo y las uñas y acelera su crecimiento, además de prevenir la caída del cabello.
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Fortalece huesos y dientes
La riboflavina también contribuye a la salud de los huesos, efecto que se une al del fósforo, que es un mineral necesario para la formación de estos.
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Mejora la concentración
Los champiñones contienen una gran cantidad de fósforo (1,5% de su peso los forma este mineral), el cual además de ser beneficioso para huesos y dientes como hemos comentado antes, también es un componente esencial para la actividad cerebral. Interviene en numerosos procesos del sistema nervioso, influye positivamente en la memoria y protege frente al deterioro cognitivo. También nos sirve para relajar nuestra mente y aumentar la concentración en épocas que exigen un alto rendimiento intelectual, como durante los exámenes.
Cómo elegir los mejores champiñones
Cuando vayas al mercado fíjate en los que estén más duros y blancos, con el sombrero bien cerrado y que no se haya despegado del pie. Estos serán los champiñones más frescos y de mayor calidad.
Evita los champiñones enlatados porque el proceso de conserva les hace perder gran cantidad de sus nutrientes y, además, suelen contener aditivos.
Si te animas a salir a recogerlos, la temporada en la que encontrarás más será en otoño, pero puedes recolectarlos desde abril hasta noviembre.
