Consejos para un menu de Navidad saludable
Se acercan las Navidades y, con ellas, las comidas de empresa, las cenas familiares, el roscón de Reyes y los mantecados… ¡Un infierno de tentaciones para quien se haya propuesto bajar de peso o simplemente cuidar su alimentación!
Pero como no queremos que dejes de disfrutar estas fiestas, vamos a señalarte algunos “trucos” para que puedas elaborar el menú navideño más saludable y que guste a toda la familia.
Aperitivos
Olvídate de las patatas fritas y los quicos y dale un toque de glamour y salud a tu mesa con unos edamames aderezados con sal de trufa, por ejemplo. Solo tienes que cocer los edamames dos o tres minutos, escurrirlos, espolvorear la sal cuando aún están calientes y servirlos enteros con las vainas. En lugar de sal de trufa pueden mezclarlos con pimentón, ajo granulado, sésamo tostado o jengibre.
Los embutidos son una bomba de grasas malas y sal que no deberían hacer aparición tampoco por estas fechas. Si echas de menos alguna loncha de carne en tu plato, tira de salazones como la cecina o un jamón magro (sin tocino), pero con moderación.
En cuanto a los quesos, evita aquellos que tienen más de tres ingredientes (un buen queso solo debe estar compuesto de leche, sal y cuajo) y recuerda que cuanto más curado, más calorías tiene. Prueba con una tabla de queso de Burgos, mozzarella, feta, neufchatel y camembert y acompáñalos con uvas y nueces en lugar de pan o picos, que además de ser más sanos les dará un toque más elegante.
Las aceitunas elaboradas artesanalmente también son una buena opción de aperitivo, así como el marisco: berberechos, ostras, langostinos,... son nutritivos y bajos en calorías, pero cuidado si sufres de gota o hipertensión porque contienen ácido úrico y potasio. Evita las cabezas de gambas y langostinos porque es donde se acumulan las posibles toxinas y metales pesados que contengan.
Entrantes
Una de las hortalizas más típicas de estas fiestas es el cardo. Hazlos con una salsa de almendra y sustituye la nata por leche evaporada para hacer la receta más ligera. También puedes usarla para darle cremosidad a una crema de setas y champiñones, que también están en temporada.
Si prefieres un entrante frío, puedes hacer una ensalada Waldorf, con manzana ácida, apio, nueces, cogollos y mayonesa ligera diluida en zumo de limón. O un tartar de aguacate y salmón aliñado con cítricos.
Platos principales
Ya puedes ir abriendo el horno porque esta va a ser la clave de tu Navidad saludable. Puedes preparar el típico pavo o un pollo asado con hierbas aromáticas. Para acompañar, una guarnición de col lombarda salteada con piñones o una escalivada.
Si prefieres pescado, hay montones de opciones festivas, como una lubina a la espalda, un salmón con salsa de cítricos o una dorada a la sal, todas ellas nutritivas y ligeras.
Los veganos también pueden disfrutar de un menú saludable con un seitán esponjoso con verduras y salsa de melocotón o una musaka de setas.
Postres
No hace falta que renuncies a un final dulce si sabes cómo. Aprovecha que aún tienes el horno caliente para hacer unas manzanas asadas con canela, un postre muy natural y navideño.
Las gelatinas son una opción muy ligera y proteica, combínalas con tus frutas favoritas y no te pases con el azúcar. Añadiendo a la gelatina unas claras de huevo también puedes hacer una mousse de mango.
Y después del postre, llega el momento más complicado… ¡los licores y la bandeja de mantecados!
No podemos recomendarte nada de esa bandeja, pero si no te ves capaz de renunciar a ella mejor opta por un turrón de Jijona bajo en azúcar y un destilado blanco rebajado con hielo y agua, así al menos evitas los refrescos y los licores azucarados.
Como últimos consejos: come despacio para dar tiempo a que tu estómago informe a tu cerebro de que ya está lleno, acuérdate de beber mucha agua y, más que nada, disfruta muchísimo de estas fiestas con los tuyos. ¡Feliz Navidad!