¿Qué alimentos producen acné?

El acné es una afección de la piel que se produce cuando se inflaman las glándulas sebáceas dando lugar a las temidas espinillas. Suelen aparecer sobre todo entre los adolescentes, aunque puede afectar a personas de todas las edades.

Existen multitud de tipos de acné, como el acné vulgar típico de la adolescencia, el acné premenstrual o el acné del recién nacido. Todos tienen como resultado la formación de puntos blancos, puntos negros o granos abultados debido a que los folículos pilosos se tapan con grasa y con células cutáneas muertas. Los puntos blancos se deben a la acumulación de pus en la superficie, formada por una mezcla de bacterias y materia grasa. Cuando les da el aire se oxidan y dan lugar a los puntos negros. El acné también puede dar lugar a granos sólidos que se encuentran debajo de la piel llamados nódulos. 

El acné suele aparecer en la cara pero también es posible que aparezca en otras partes del cuerpo como la espalda o los hombros. Pueden darse algunas complicaciones  como las cicatrices que pueden permanecer en la piel durante mucho tiempo, incluso después de que la afección haya desaparecido. Además, el acné provoca cambios en la piel pudiendo quedar más oscurecida (hiperpigmentada) o por el contrario más clara (hipopigmentada).

Causas del acné

Se pueden establecer tres causas básicas que determinan la aparición del acné:

1. El exceso de grasa en la piel, también llamada sebo.
2. La acumulación de bacterias en la dermis.
3. La inflamación de los folículos pilosos.

Pero además, hay algunos hábitos alimenticios y factores externos que desencadenan la aparición de algunos o varios de estos factores y que, como consecuencia, propician la aparición del acné.

Uno de ellos son los cambios hormonales que las personas pueden sufrir a lo largo de su vida, tanto en la pubertad como consecuencia de la mayor producción de andrógenos (que son las hormonas que hacen producir más sebo entre los adolescentes), como en la madurez con las alteraciones hormonales que sufren las mujeres en los diferentes periodos de su vida.

Otros de estos factores son el estrés, que puede empeorar el acné que inicialmente padecemos, la polución o una mala higiene. También pueden provocar acné algunos medicamentos formados por corticoides o testosterona.

Por último, y no menos importante, el tipo de alimentación que llevemos también puede ser determinante para nuestra tendencia a desarrollar acné.

Alimentos que provocan acné

Si quieres prevenir la aparición del acné y lucir una piel sana y radiante hay que más allá de los productos cosméticos específicos y elegir una alimentación sana que ayude a eliminar las toxinas del organismo, que mantenga nuestros niveles de sebo a raya y, con ello, que  mejore la salud de nuestra piel.

Los alimentos que favorecen la aparición del acné son aquellos ricos en azúcares y grasas tales como el chocolate, dulces, leche, quesos, carnes grasas etc. Especialmente, si somos tendentes a desarrollar esta afección cutánea, en nuestra dieta deberían estar prohibidos los siguientes alimentos:

1. Los lácteos

Contienen sustancias que favorecen la aparición del acné ya que son ricos en grasas. Se recomienda apostar por otras fuentes de calcio como los frutos secos  o las legumbres.

 
2. El chocolate

También contiene un porcentaje elevado en azúcares y grasas y por este motivo deberíamos elegir siempre  cacao puro, que no contiene azúcares y grasas saturadas.

 
3. La carne roja

Muy desaconsejada tanto para el acné como para nuestra salud cardiovascular.

 
4. Los carbohidratos

Como la pasta o el pan elaborados con harinas refinadas o el arroz blanco poseen un mayor índice glucémico y carecen de fibra, con lo que no son nada aconsejables.

Alimentos para evitar el acné

En contraposición, existen  alimentos que pueden ayudarte a regular la formación de sebo y a reducir la inflamación, que son dos de las causas del acné que podemos controlar a través de la nutrición.

Así, se aconseja consumir alimentos ricos en fibras y omega-3, debido a que ayudan a regular el azúcar en sangre y los triglicéridos, además de reducir la inflamación.

Por otra parte, los alimentos ricos en zinc favorecen la cicatrización de la piel contribuyendo a evitar la aparición de manchas o cicatrices por causa del acné.

Se recomiendan especialmente estos grupos de alimentos para combatir al acné:

- Semillas, como las de chía, calabaza o girasol.
- Frutos secos, como las nueces, las almendras o los anacardos.
- Yogur natural sin azúcares añadidos.
- Frutas cítricas ricas en vitamina C y E, como el limón, la naranja, las mandarinas o el pomelo.
- Hortalizas y frutas ricas en vitamina A y carotenoides (ese pigmento natural que da color anaranjado a ciertos alimentos), como las zanahorias, la papaya o el mango.
- Pescado azul, como sardinas, atún o salmón.

Ahora que conoces las herramientas para controlar el acné, ¿a qué esperas para empezar a usarlas y mejorar tu salud y la de tu piel?