Ejemplos de ejercicio aeróbico y sus beneficios
El ejercicio aeróbico es un ejercicio de baja o moderada intensidad y de larga duración.
El concepto “aeróbico” se refiere a la forma en la que predominantemente el organismo obtiene la energía, en este caso, con necesidad de oxígeno. El organismo se descompone, con la utilización de oxígeno, hidratos de carbono y grasa para obtener energía.
Se recomienda realizar algún tipo de ejercicio aeróbico todos los días, el Colegio Americano de Medicina Deportiva aconseja un mínimo de 3 sesiones semanales de 30 minutos.
Algunos ejemplos representativos de ejercicio aeróbico son: caminar, correr, practicar natación, ciclismo, tenis o baile.
Beneficios del ejercicio aeróbico
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Aumenta la pérdida de grasa
La grasa se utiliza como combustible para obtener energía junto con el oxígeno, lo que combinado con una alimentación saludable aumenta la pérdida de peso en el tiempo, por ello recomiendan practicar este tipo de ejercicios en procesos de control de peso.
Además, reduce el riesgo de padecer obesidad.
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Mejora la resistencia, el estado físico y la fuerza
A largo plazo mejora la resistencia y el estado físico, disminuyendo el cansancio y la fatiga.
También permite aumentar la fuerza muscular y ósea.
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Mejora la función pulmonar
Aumenta la eficiencia pulmonar y mejora la capacidad respiratoria.
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Mejora la salud cardiovascular
El ejercicio aeróbico aumenta la resistencia y la capacidad cardíaca, al mismo tiempo que disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares.
Regula la presión arterial y disminuye el riesgo de padecer problemas por hipertensión.
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Disminuye el colesterol-LDL
El ejercicio aeróbico disminuye la lipoproteína de baja densidad (LDL), también conocido como el colesterol “malo”, al mismo tiempo que aumenta la lipoproteína de alta densidad (HDL), también conocido como el colesterol “bueno”.
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Controla los niveles de glucosa en sangre
Disminuye el riesgo de padecer diabetes tipo II.
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Previene y mejora la depresión
Numerosos estudios científicos han demostrado que el ejercicio físico alivia los síntomas depresivos y reduce el riesgo de padecer depresión.
Además, la evidencia científica subraya que durante el ejercicio aeróbico se liberan opioides endógenos (endorfinas) y endocanabinoides que modulan el cerebro para producir un efecto ansiolítico, analgésico y sensación de felicidad.