¿Cuál es la diferencia entre una verdura y una hortaliza?
Vegetales, verduras, hortalizas,... son sinónimos de salud pero no son la misma cosa. En el artículo en el que te descubríamos las propiedades de las verduras ya te dimos algunas claves para distinguirlos pero vamos a explicártelo con más detalle.
En la naturaleza distinguimos cinco grupos de seres vivos diferentes: el reino vegetal –plantas–, el reino animal, el reino hongos –setas, mohos y levaduras–, el reino protoctistas –protozoos y algas– y el reino móneras –bacterias–. Los vegetales son organismos que se caracterizan por alimentarse a través de la fotosíntesis y vivir fijos al suelo. Comúnmente se denomina vegetales a cualquier alimento de origen no animal por lo que, aunque científicamente hablando no sea correcto, también incluimos a las algas y hongos dentro del grupo de los vegetales.
Las hortalizas, el producto de la huerta
Como su propio nombre indica, las hortalizas son el alimento que proviene de la huerta. Es decir, se trata de las plantas que cultivamos para nuestro propio consumo pero que no son frutas ni cereales. Lo cierto es que esta clasificación también proviene de la costumbre popular y no está respondiendo a ningún grupo botánico real, por lo que su acepción puede variar entre diferentes culturas.
Dentro de las hortalizas encontramos a las verduras, las legumbres y los tubérculos.
Las legumbres son las semillas que obtenemos de las vainas y que podemos consumir tiernas o secas. Sería el caso de las lentejas, los garbanzos, los guisantes, las habas, el cacahuete, la soja o las judías. Se trata alimentos con una carga proteica alta (entre el 20 y el 25% de su peso son proteínas), hidratos de carbono (alrededor del 60%), fibra (entre el 15 y el 25%) y micronutrientes (hierro, ácido fólico, vitamina B1, etc.)
Los tubérculos son aquellas hortalizas que crecen en forma de tallos subterráneos, como la patata, el boniato o la yuca. Contienen una gran cantidad de almidón y son altas en calorías.
Las verduras, los alimentos verdes
De nuevo, la propia palabra nos da la pista de su significado: las verduras serían aquellos vegetales aptos para el consumo humano cuyas hojas son verdes, como las espinacas, las acelgas o las lechugas.
Las partes comestibles de estas plantas verdes pueden ser, además de las hojas, los tallos –como en el apio, el puerro o el espárrago–, las raíces –como en el rábano, la zanahoria o el nabo–, las flores –como en la alcachofa, el brócoli o la coliflor– , los bulbos –como en la cebolla, los ajos, el hinojo o la remolacha– o los frutos –como en la berenjena, el calabacín, los pimientos, los pepinos o el tomate.
Debido a que la característica principal de esta clasificación de alimentos es su color verde, también se suele incluir como verduras a las legumbres verdes tiernas (guisantes, habas tiernas y judías verdes) aunque no tengan hojas.
Las verduras contienen una gran cantidad de fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes. Son nuestra fuente principal de vitamina A y C, por lo que son imprescindibles para nuestra salud. Además, se componen mayoritariamente de agua (hasta un 90%), por lo que son alimentos muy ligeros, bajos en grasas, hidratos y proteínas, ideales para una dieta de adelgazamiento.
Como ves, en una alimentación sana y equilibrada nunca deberían faltar estos grupos de alimentos. De hecho, estudios recientes recomiendan aumentar su consumo hasta llegar a un 50% de nuestra dieta. ¿Cumple tu dieta con el objetivo saludable del 50% de verduras y hortalizas?