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¿Cómo tomar el té verde?

¿Cómo tomar el té verde?

El té verde es una bebida estimulante que lleva usándose durante siglos como medicina natural, su primera referencia como beneficiosa para la salud se encuentra en China en el 2737 a.C. Los barcos orientales lo distribuirían siglos después a todo el mundo y protegerían a sus marineros del escorbuto gracias a su gran cantidad de vitamina C.

El té verde procede de la misma planta que el resto de tés, la Camellia sinensis, pero su particularidad es que no está fermentado y, por ello, es capaz de conservar el máximo contenido de catequinas (entre un 15 y un 30% frente al 3-10% del té negro). Las catequinas del té son polifenoles con efecto antioxidante, antiinflamatorio, probiótico, antimicrobiano, anticarcinógeno y termogénico.

Según cuáles de estas funciones queramos potenciar en nuestra salud, es recomendable tomar el té verde de una u otra forma.

Té verde para mejorar la salud cardiovascular

El té verde es muy beneficioso para nuestro corazón y nuestro sistema circulatorio por varios motivos. Por una parte contiene unos flavonoides (quercetol, kenferol y miricetol) que aumentan la resistencia de nuestros vasos sanguíneos y mejoran la tensión arterial y, por otra, sus antioxidantes ayudan a eliminar el colesterol malo, o LDL, impidiendo que se absorba en el intestino.

Es importante elaborar el té verde de forma correcta para poder disfrutar de todos sus beneficios. Se recomienda seguir los siguientes pasos:
Calentar agua y retirarla antes de que entre en ebullición (la temperatura óptima es 70-80 grados).
Introducir las hojas de té en una tetera y verter el agua.
Dejar reposar dos minutos.

Si tu objetivo es mejorar tu salud cardiovascular, no es conveniente que tomes el té con azúcar, mejor usa un edulcorante sano y sin calorías.

No tomes el té recalentado porque pierde sus propiedades.

El mejor momento para tomarlo con este fin es a media mañana o justo antes de que hagas ejercicio físico.

Té verde para adelgazar

El té verde tiene un efecto termogénico, es decir, aumenta la temperatura corporal y, con ello, acelera el metabolismo, ayudando a quemar las grasas de nuestro cuerpo más rápidamente. Además, es un diurético que nos ayuda a eliminar líquidos y perder volumen.

Para este propósito se recomienda tomar té verde en ayunas, cuando nuestro metabolismo está en su momento álgido y lo absorberá mejor. Lo ideal es una taza cada día antes del desayuno o, incluso, antes de cada comida principal si queremos aprovechar también su efecto saciante.

Si no te sienta bien al estómago tomarlo en ayunas, te recomendamos tomarlo en cápsulas, como estas que además potencian su efecto quemagrasas con la L-carnitina y su efecto inhibidor del apetito con el glucomanano.

Té verde para proteger tus defensas

Otro de los antioxidantes activos en el té verde es la quercetina, que funciona como un antibiótico contra patógenos y microorganismos que producen infecciones en nuestro organismo. Además, el té en todas sus variantes contiene L-teanina, el aminoácido que hace que el té nos espabile pero sin ponernos nerviosos. Además de eso, diversos estudios han comprobado que la L-teanina refuerza nuestro sistema inmunitario ya que aumenta la producción de inmunoglobulina.

Si quieres fortalecer tu sistema inmunitario es recomendable tomar una taza de té verde después de las comidas principales, lo que además favorecerá la digestión. Si añadimos a la infusión jengibre rallado o en polvo y unas gotitas de limón, potenciaremos su efecto estimulador de las defensas. Este té verde instantáneo con limón te facilita la preparación y te ahorra tiempo en la cocina.

Té verde para combatir el envejecimiento celular

Como ya te hemos contado, el té verde contiene una carga muy alta de antioxidantes que combaten a los radicales libres que producen el envejecimiento celular. Esto no es solo útil para retrasar el envejecimiento de la piel, sino también para prevenir enfermedades derivadas del envejecimiento de nuestras células, como son algunos tipos de cáncer. Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Swansea observó que el extracto de té inhibe el crecimiento de células de cáncer de pulmón, mientras que otro estudio realizado en China descubrió que el componente principal del té verde, el antioxidante EGCG, induce a las células de cáncer de mama a la autodestrucción.

Para aprovechar todos los beneficios del té verde como antioxidante, es recomendable tomar hasta 6 tazas de té verde ecológico al día. Puedes animarte a consumirlo en otros formatos para que no se te haga tan pesado, como en forma de refresco hipocalórico.

En el caso de que busques controlar la aparición de arrugas o mejorar el aspecto de tu piel, puedes usar la infusión templada como tónico después de cada limpieza. Te ayudará además con la cicatrización de heridas y espinillas, así como con otras alteraciones de la piel.