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Beneficios, propiedades y consumo del aguacate

Beneficios, propiedades y consumo del aguacate

Hasta hace unos años, el aguacate era un desconocido en nuestra tierra y, sin embargo, hoy en día no hay cafetería moderna que no lo ofrezca en su desayuno para acompañar a las tostadas. De hecho, la producción de esta peculiar fruta salada originaria de México se ha trasladado hasta Andalucía, desde donde sale todo el aguacate que se consume en Europa, lo que ha originado una fuerte polémica respecto a su sostenibilidad, al ser un cultivo que requiere mucha agua.

Controversias medioambientales aparte, el éxito del aguacate está justificado por su alto valor nutricional y su versatilidad en la cocina. A pesar de ser una fruta, su componente mayoritario no son los hidratos de carbono sino las grasas (hasta el 23% de su peso), de ahí que su sabor no sea dulce sino más bien salado. Estas grasas son monoinsaturadas que, como ya os explicamos en nuestro artículo sobre las grasas saludables, son parte de las grasas buenas que nos ayudan a reducir el colesterol y los triglicéridos. Además de ello, contiene una gran cantidad de fibra, vitaminas, ácido fólico, potasio y otros componentes bioactivos beneficiosos para nuestra salud.

 Beneficios y propiedades del aguacate

Su privilegiada composición ayuda a proteger nuestro organismo y prevenir una gran cantidad de enfermedades. Aquí os dejamos algunos de sus beneficios:

  • Su alto contenido en potasio controla la hipertensión.

  • Las grasas “buenas” de las que hablábamos antes ayudan a reducir el colesterol y previene enfermedades cardiovasculares

  • Protege la visión gracias a sus carotenoides.

  • Es antioxidante, con lo que previene algunos tipos de cáncer.

  • Previene el estreñimiento y controla la diabetes, gracias a su gran contenido en fibra.

  • Su ácido fólico previene los partos prematuros y las enfermedades congénitas en el embrión.

  • Protege el sistema nervioso e inmunitario, gracias a su contenido de Vitamina E.

  • Ayuda a los deportistas aportando minerales para la recuperación del músculo y energía.

  • Cuida tu cutis aplicado directamente sobre la piel como una mascarilla.

Cómo consumir aguacate

Hay vida más allá del guacamole. El aguacate puede consumirse tanto en crudo como cocinado y sus posibilidades de preparación son infinitas. Aquí te damos algunas ideas:

  • Como sustituto de la mantequilla en tus tostadas. Uno de los usos más extendidos pero también de los que más aconsejamos. Destierra las grasas saturadas de tu desayuno y disfruta de una grasa saludable y sabrosa. Lo puedes combinar con pavo, salmón ahumado, frutos secos o un huevo poché para añadir proteína y así empezar el día con un plato completísimo.

  • Como salsa para tus rellenos. Aplastando una pulpa bien madura con un tenedor conseguirás una crema con la que dar vida a tus fajitas y bocadillos o para dipear con unos bastones de zanahoria o apio. Pero, además, puedes añadirlo a la mayonesa en la última parte de su elaboración y usarla también para ensaladillas o para salsear un pescado.

  • Como batido energético. Mezcla en la batidora un aguacate con leche, un puñado de nueces y un plátano y conseguirás toda la energía que necesitas para tu entrenamiento.

  • Rellenos y al horno. Pártelos en dos, saca el hueso con cuidado con la ayuda de un cuchillo afilado y casca un huevo en el hueco que ha dejado el hueso. Puedes añadir por encima atún, salmón ahumado o queso mozzarella. Hornea durante 10 minutos y listo.

  • En tartar. Marina un pescado que haya estado al menos 24 horas congelado previamente (el salmón o el atún le van muy bien). Corta el aguacate, el pescado y un huevo duro en daditos. Mezcla todo con un poco de lima y consúmelo fresco.

  • En ensalada o poké. La forma más refrescante de consumirlo y con las combinaciones más infinitas. Al sabor del aguacate le combina bien las hojas muy verdes (rúcula, canónigos o espinacas), el marisco (sobre todo las gambas y los langostinos), el pescado crudo, el tomate, el rábano, el cilantro e, incluso, sabores dulces como el del mango. Échale creatividad y combina lo que más te guste.

Dinos la verdad, ¿has conseguido leer todo este artículo sin que se te haga la boca agua?